Comunidades étnicas en la protección del medio ambiente

Con el propósito de fortalecer la conservación de los ecosistemas y reconocer el papel fundamental de las comunidades étnicas en la protección del medio ambiente, se firmó en el corregimiento San José de Apartadó un Acuerdo de Voluntades para la implementación del esquema de Pagos por Servicios Ambientales (PSA) con el Resguardo Indígena Las Playas. La firma de este acuerdo busca garantizar la protección de zonas estratégicas de bosque y al mismo tiempo brindar incentivos económicos que contribuyan al bienestar de las comunidades indígenas que cuidan y habitan estos territorios.

El acuerdo, que beneficiará directamente a 147 familias del resguardo, contempla la conservación de 100 hectáreas de bosque y la restauración de otras 15 hectáreas, mediante prácticas sostenibles y ancestrales que promueven la protección del agua, la biodiversidad y el equilibrio ecológico de la región. Esta iniciativa hace parte de un trabajo conjunto entre EPM, Aguas Regionales EPM, CORPOURABA y la comunidad indígena, quienes vienen consolidando una alianza estratégica para fortalecer la gobernanza ambiental en el Urabá antioqueño.

Durante el proceso, se destacó el compromiso de la comunidad con la defensa de sus recursos naturales y la implementación de acciones que aportan a la mitigación del cambio climático y al desarrollo sostenible desde una visión intercultural. Los Pagos por Servicios Ambientales no solo representan un reconocimiento económico, sino también un respaldo a las prácticas tradicionales de conservación y una apuesta por la permanencia y sostenibilidad de los territorios indígenas.

CORPOURABA, como autoridad ambiental en la región, reafirmó su voluntad de seguir promoviendo estos acuerdos que permiten proteger áreas de alto valor ambiental, garantizar el acceso al agua y fomentar la participación comunitaria en la toma de decisiones. De esta manera, el Acuerdo firmado en San José de Apartadó se convierte en un ejemplo de cómo la articulación institucional y el respeto por los saberes ancestrales pueden generar impactos positivos en la conservación de los recursos naturales y en la calidad de vida de las familias indígenas.