En el municipio de Turbo, Antioquia, una familia decidió transformar su relación con el medio ambiente y construir un proyecto de vida sostenible a partir de una práctica que alguna vez impactó negativamente los ecosistemas. Se trata de ARCAPEC, un negocio verde liderado por Arelys Sánchez y su familia, quienes pasaron de talar árboles a recuperar madera arrastrada por el mar para transformarla en productos útiles, funcionales y amigables con la naturaleza.
Este emprendimiento nació con el propósito de generar una alternativa económica que no solo fuera rentable, sino que también promoviera el cuidado y la conservación del entorno natural. La materia prima principal que utiliza ARCAPEC es la madera “de rechazo”, es decir, aquella que llega a las costas sin uso ni valor comercial aparente. A partir de este material, la familia elabora utensilios de cocina, mesas, pataconeras y otros elementos de uso diario que destacan por su diseño artesanal y su compromiso ambiental.
ARCAPEC también ofrece una variedad de productos sostenibles que van más allá de la madera recuperada. La iniciativa busca promover un consumo responsable, mostrando que es posible generar ingresos sin explotar los recursos naturales de manera agresiva. Con creatividad, esfuerzo y visión ecológica, han logrado posicionarse como un referente de negocio verde en la región.
Este caso, acompañado por CORPOURABÁ como parte de su estrategia de apoyo a los Negocios Verdes, refleja cómo la economía circular puede convertirse en motor de transformación social y ambiental. Arelys y su familia no solo protegen los ecosistemas, sino que también inspiran a otras comunidades a creer en modelos de desarrollo que respetan el equilibrio entre el progreso y la naturaleza.